.
Dina Roudman (vive y trabaja en Toronto, Canadá) nació en Norilsk, Siberia, en 1991, se mudó a Kazajistán a los 3 meses y luego a Israel a los 8 años. Cuando era adolescente, comenzó una carrera como modelo que posteriormente le llevó a muchos de los lugares importantes de la moda en el mundo – París, Milán, Berlín, Nueva York, Miami y Atenas. . . instalándose finalmente en Toronto. . .
Dotada con un espíritu inusualmente libre y valiente, Roudman ha superado continuamente sus miedos, ha enfrentado sus limitaciones y luego ha dado un paso audaz (quizás “saltado” es una mejor forma de expresarlo) hacia lo desconocido. Disfrutando de una combinación inusual de elementos biográficos y rasgos de carácter. Ella experimentó excelentes influencias tradicionales cuando era niña, pero es esencialmente una artista autodidacta. Tuvo algo así como una juventud vertiginosa y una edad adulta temprana durante su carrera como modelo, lo que le abrió las puertas a la sofisticación del mundo del arte, el diseño y la moda. Ella no es intrépida, sino que enfrenta sus miedos y los supera. Dina tiene una especie de “confianza nerviosa”, si eso no es una noción demasiado extraña. Sensible pero no frágil, ha aprendido a confiar en sí misma y sabe por su experiencia que las mayores luchas son internas.
Como pintora, Roudman ofrece cuidadosamente su familiar audacia y creatividad sintiendo predilección por los lienzos de gran formato con técnicas mixtas. Se nota que usa todo su cuerpo para pintar. Dina estructura sus composiciones trazando grandes movimientos con sus extremidades, variando la línea con pinceles que oscilan en tamaño desde una fracción de pulgada hasta el ancho de una mano, combinando energía explosiva y colorida con minimalismo monocromático lírico. A menudo, un fragmento particular de una pieza grande y compleja captará la atención, proporcionando un punto de entrada para comenzar a interactuar con los muchos elementos, colores y formas dispares que componen la mayoría de sus piezas. Uno identifica una firma de dar forma al espacio, poner el color y mantenerlo todo unido de una manera que recuerda de alguna manera grandes influencias dispares del mundo del arte, desde las ilustraciones pop-art de Lichtenstein hasta las abstracciones a gran escala de Miró.
