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Víctor Solana  |  Sublevados del sol

 

Moloch “el impostor”:

// “en la densidad de una Noche sin límites se nos ha dado a la Forma/ en un      espacio de muerte tan radiante// que fascina como la Luz”//

“ ¡¡Guerrilleros, prisioneros de todas las naciones liberaros de los límites, atravesad los umbrales, masticad los cortes, despedazad los flujos!! Guerrilleros de la Noche en la tierra abrid vuestros organismos de luz a este canto, vaciadlos; haceros receptivos al mensaje de RESISTENCIA TOTAL!!“

 

Y lanzándonos a la profundidad de este grito de luz y rabia, debería dar comienzo el baile con las imágenes devenidas de su sombra: Víctor Solana, nacido de las objetivas y turbias aguas del Ebro, Zaragoza, 1985, el pasado año premio por la crítica aragonesa (aacaç) a artista joven menor de 35 y el cual sometiéndonos nuevamente al hundimiento hacia otra zona prohibida, nos suspende del subsuelo del hombre con Sublevados del sol

 

Quizá Víctor sea demasiado directo, demasiado dueño de sus criaturas y esta pasión con la que condensa todo en su pintura, con la que ordena todos sus viajes intuitivos nos facilita la tarea de enfrentarnos ante los espejos deformadores que multiplica. Su arte nos libera, nos enciende y atrapa con respecto al horror que produce, toda la oscuridad de la mutación biológica está concretada y contenida en su dibujo y pinceladas; es muy probable que salvando estas interrumpidas frases lo único que se proponga por parte de este Biólogo de la Forma es que seamos golpeados en el mismo centro del sistema nervioso por un flujo de violencia física. Nos somete a la mutación, padecemos la presión de los cuerpos maltratados por cables, tubos, colores y partículas; el virus y gas nervioso con el que ha transformado, ensanchando y haciendo receptivo el espacio pictórico, espacio para la experimentación estética; empotra al espectador y al ojo ya mutante contra todas las habitaciones y maquinaria donde se producen las cristalizaciones del proceso material de su imaginación, la fábrica: monstruos íntegros con la cuales estamos encerrados.

 

¡ No fabriquemos pues ningún simbolismo especial para estas escenas e imágenes de su ciencia que progresa, del nuevo producto que enseña para deformarnos ante la voltaica atmósfera de un manual de mutación de la Forma!

Este pintor sistemático al que hemos sido sometidos solo abarca el campo desplegado de las posibilidades con las que juega y se entretiene. Tiene bien conocida la rutina desasido del hastío y el ocio, sabe matar verdaderamente el tiempo, se atreve incluso a presentarnos un cómic completamente autoeditado “El despertar suicidado”.

 

SE OS PRESENTA UN NUEVO VICTOR FRANKENSTEIN, SE OS RETUERCE Y DEVUELVE A LA VERDADERA VIDA INTENSIVA.

Samuel Hereza/ Criminal Metafísico