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COMPOSICIÓN Y RITMOS
PAMIES
01.12.2022 – 14.01.2023
Jose Luis Pamies. La medida de la libertad.
Hay un Jose Luis Pamies arquitecto y un Jose Luis Pamies artista, pero ambos son indisociables en la medida en que la voluntad constructiva impera también en su obra plástica.
Si su escultura parece una destilación de elementos arquitectónicos, donde resulta fácil identificar referencias a la solidez de una columna, la gracia de una escalera, o el abrazo amable de una envolvente; el cuadro deviene a su vez una extensión del campo escultórico en el que trabaja mediante relieves y montajes. Frente al dramatismo explosivo del pincel, Pamies prefiere la distancia quirúrgica del escalpelo. Esta contención analítica, muy propia de los de su gremio, se apoya en el amor a la geometría de los trazados reguladores que le proporcionan un armazón conceptual con la que generar una obra basada en la repetición de componentes y sus transformaciones en el espacio y en el plano. Se trata de un léxico fundamentalmente lineal, a base de listones de madera y chapas de latón, que se superponen o conjugan con superficies de campos de color acrílico, contrachapados y cartulinas. Este reduccionismo autoimpuesto, le sirve para conformar secuencias rítmicas casi musicales basadas en la vibración de discontinuidades bajo la luz. Pero este coqueteo con la pauta, nunca deviene un aburrido yermo minimalista, pues está siempre atravesado por el color y la vida.
Es una obra que dialoga con los grandes maestros nacionales de la abstracción geométrica, ya sea recordando la vibración paisajística de Eusebio Sempere, la rotundidad compositiva de Gerardo Rueda o la soltura lírica de las geometrías de Pablo Palazuelo. Hay un ella un cinetismo discreto, fundamentalmente de carácter lumínico como ya se ha dicho, pero también porque sus piezas escultóricas nos invitan a rodearlas, a desear empequeñecer como Alicia para intentar habitarlas en su justa escala. Muchas de ellas parecen incluso querer romper a girar sobre sí mismas como mecanismos. No es descabellado ya que una de sus obras más tempranas se valía de una herramienta-escultórica para tamizar la pintura a modo de estarcido tridimensional y giratorio. Este “peine de pigmentos” devendrá a su vez una merecida pieza escultórica autónoma, al margen de su mero origen instrumental en una feliz simbiosis de ideas y procedimientos.
Si junto a Margarita Massó, su esposa y compañera al timón de DAU Arqt, han lidiado con ambiciosos proyectos como la Rehabilitación de los Teatros Alcalá y Príncipe Pío, en su pequeño taller personal, Jose Luis investiga en solitario. Lo hace con la misma dosis de ingenuidad minuciosa de aquel niño aprendiz de joyero que fue, y también con la audacia de ese maestro que se libera por momentos de lo compromisos y consensos de su disciplina profesional. Es su forma de buscar un orden ideal, más abierto y perfecto, de explorar la medida de la libertad.
Marcos Pérez-Sauquillo Muñoz
