.

PACO Y MANOLO  |  TERRAIN VAGUE

Hay una cosa que hemos repetido mil veces: somos de barrio.Pero no de barrio tal y como se entiende hoy en día. Nada que ver con el perreo o los nanos valencianos. Somos de barrio tal y como se entendía a finales de los 70 y principios de los 80. Hemos crecido jugando en terrenos baldíos, esos terrenos donde la gente tira las lavadoras cuando se estropean. Zonas de fábricas donde íbamos a buscar, en contenedores, calcamonías, figuras, los restos de la incipiente sociedad de consumo que habrían hecho las delicias de Agnes Vardà.

Ese rebuscar en terrenos baldíos ha sido siempre una especie de obsesión. Cuando empezamos a trabajar hicimos editoriales de moda en los descampados de Bellvitge, promociones de grupos en los suburbios de Barcelona (siempre recordaremos cuándo, haciendo las fotos de promo del grupo Niza, Roberto y nosotros acabamos tirándoles piedras a las ratas para que salieran del plano).

Hemos buscado esos lugares. Pero no solamente en sentido literal. Ahora cualquiera ve como un standard el hacer fotos en estos barrios, pero a principios de los años 90 no lo era. Fotografiábamos para muchos de los periódicos y revistas que se editaban en nuestro país. Y nuestra visión periférica acabó siendo aceptada, usada y agotada en poco tiempo. Era momento de buscar un nuevo “Terrain Vague”, un lugar que explorar y dónde pudiéramos buscar nuevos retos.

Y el resultado fue sernos más fieles. Empezamos a dedicarnos a hacer fotos, básicamente, para nosotros. Si a la gente le gustaban o no poco podíamos hacer. Así nacieron Kink, los proyectos Memento Mori o Preludio, o nuestra creciente obsesión por las Polaroids.

Seguimos indagando en terrenos baldíos donde buscar cosas nuevas, muchas veces desechos a los que intentamos darle nueva vida.

“Terrain Vague” es el lugar donde siempre hemos estado, y siempre estaremos.